Los Productos Estructurados (SPs por sus siglas en inglés) son inversiones que derivan su valor en base a la rentabilidad de uno o más valores. Pueden estar ligados a un valor patrimonial, índice, tasa de interés, o producto básico individual (incluyendo una cesta o combinaciones de los mismos). Pueden emitirse en la forma de un pagaré a mediano plazo pagado en Euros/elegible para DTC, certificado de depósito, o garantía. Estos típicamente se empaquetan y venden como MTNs emitidos de una reserva de deuda, son obligaciones de deuda preferenciales no garantizadas y llevan la misma calificación crediticia que el emisor. Cada pagaré se emite con un CUSIP/ISIN único para facilitar el proceso de liquidación.
Ejemplos de Productos Estructurados son:
- Ligado a un valor patrimonial.
- Ligado a un producto básico.
- Ligado a una tasa de interés.
- Capital protegido.
Los productos estructurados ofrecen un nivel mejorado de flexibilidad y adaptación que lo hace una alternativa atractiva por muchas razones. Pueden diseñarse especialmente para proporcionar niveles específicos de exposición, cupones, riesgos, rendimiento y protección para que coincida con la visión del mercado y tolerancia al riesgo de un cliente.
Algunas de las características principales de los Productos Estructurados son:
- Pueden mejorar las carteras reduciendo la volatilidad, añadiendo protección del capital y aumentando el ingreso.
- Con el uso de apalancamiento pueden mejorar los rendimientos.
- Permiten una participación apalancada, sea alcista o bajista, dependiendo del punto de vista del mercado.
- Pueden proporcionar un ingreso mejorado mediante una corriente regular de flujo de caja comparada con productos de renta fija tradicional.
- Pueden diseñarse especialmente para cumplir necesidades de inversiones especiales de nuestros clientes.
Los Productos Estructurados no son adecuados para todos los inversionistas puesto que pueden involucrar riesgo o pérdida sustancial.
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